...dormida...

Hola, estoy cansada.

Hola, no estoy acá, ya quedo poco y nada.

Hola, no sé quien soy todavía, pero sigo buscando…

Creo, sabes, creo que me gusta todo esto, me gusta poder sentir mal.

Es el vicio eterno del masoquismo sentimental, si, si, siempre igual.

La rueda esta dando vueltas otra vez, no se donde va a parar, pero estoy acá y no.

Disfruto, sabes, perderme en tu piel de jabón de bebe, en tus risas contagiosas…

Sufro, en el continuo ruido de las quejas, de los sabios ignorantes…

Vamos para adelante, atrás, oscilamos, solos, juntos, sin saber, para un lado y para el otro, sin saber…

Si, siempre lo creí, ya sé, que voy a terminar loca, la normalidad no es para mi…

Somos antónimos perfectos, ella tan simple y yo tan cruzada, perdida, encontrada y electa a desaparecer…

Tengo que irme, tengo que correr, tengo que visitar, desaparecer…

Siempre quise desaparecer, siempre quise tanto, demasiado poco tal vez…

Estos ojos están cansados, de ser ciegos y seguir viendo, en la oscuridad que esparcen alrededor…

Podría hacer tanto, o solo dejarme acá, tirada, sin pensar, para que voy a querer hacerlo? Sorda, silencio total, basta y ya.

Acá estamos otra vez, cayendo en el desquicio de las palabras mezcladas.

Necesito abrazos, necesito amor, pero es tan aburrido, es tan… predecible.

Entonces elijo perderme otra vez, y tengo que sentir las espinas de aquellos paladares, antes tan fáciles de cruzar…