jueves, 12 de marzo de 2009

2 de marzo

En un centimetro de diferencia, raya la exacta division del colapso del infinito en mis brazos hambrientos de supersticiones, de magia china y otras yerbas de esas.
O tal vez, es tanta la hierba que acaricia el prado de mis espaldas, q soy sencible ante la risa agena y me enojo con los limites amarillos de los campos sin fin...
Campos sin fin, entre tanto cemento.
Y risas curiosas entre tanta opresion.
Si no hacemos nada nos pasan por encima, dicen por ahí.
Ya nos pisaron hace rato, ahora tenemos que volver a levantarnos y caminar, hacia un nuevo tren, una nueva estación, una nueva existencia de dobles apuestas.
Porque ganar o perder no tiene sentido.
Porque vivir, solo cuesta vida.

No hay comentarios: